La movilidad eléctrica sigue creciendo en España y, con ella, las opciones para recargar un vehículo eléctrico. Sin embargo, muchos usuarios todavía dudan sobre cuál es la diferencia real entre un cargador público y un cargador doméstico, y cuál es la mejor opción según su uso diario.
En este artículo te explicamos las características de cada tipo de cargador, su coste, velocidad de carga y cuál te conviene más según tu estilo de vida.
Características de cada opción
Cargadores públicos
Los cargadores públicos están instalados en parkings, centros comerciales, gasolineras, calles o áreas de servicio. Son accesibles para cualquier usuario y suelen formar parte de una red gestionada por empresas de energía o plataformas de movilidad eléctrica.
Sus características destacadas son:
- Potencias más altas, desde 22 kW (semirrápida) hasta 150 kW o más (carga rápida o ultrarrápida).
- Acceso mediante app, tarjeta RFID o plataforma de pago.
- Disponibilidad variable, dependiendo de la demanda y ubicación.
- Ideales para viajes, emergencias o recargas rápidas.
Cargadores domésticos
Los cargadores domésticos se instalan en viviendas unifamiliares o garajes comunitarios.
Sus características principales:
- Potencia de 3,7 kW a 7,4 kW, aunque existe la opción de llegar a 11 kW si la instalación lo permite.
- Uso privado, sin depender de terceros.
- Carga más estable y económica, especialmente si se aprovecha la tarifa valle.
- Control total, ya que el cargador está siempre disponible.
Coste y velocidad de carga
Tanto el coste como la velocidad de carga son factores clave para decidir qué opción te conviene más.
Velocidad de carga
- Cargador público
- Semirrápidos (22 kW): recarga en 2–4 horas.
- Rápidos (50 kW): recarga en 30–60 minutos.
- Ultrarápidos (100–150 kW): carga del 20 al 80% en 15–25 minutos.
Estas velocidades reducen considerablemente los tiempos, pero dependen del vehículo.
- Cargador doméstico
- 3,7 kW: 8–12 horas
- 7,4 kW: 4–6 horas
Es una carga más lenta, pero suficiente para recargar el vehículo durante la noche.
Coste
- Cargadores públicos:
- El precio varía entre 0,30 €/kWh y 0,79 €/kWh, dependiendo del operador y la potencia.
- Las estaciones ultrarrápidas son las más caras.
- Cargador doméstico:
- La instalación suele costar entre 700 € y 1.200 €, dependiendo de la distancia al cuadro eléctrico y características de la vivienda.
- El coste por kilovatio hora es mucho más bajo: entre 0,10 €/kWh y 0,20 €/kWh, especialmente en horario valle.
- Además, puedes acceder a subvenciones como el Plan Moves III, que cubre parte de la instalación.
¿Cuál conviene más según tu uso?
Elegir entre un cargador doméstico y uno público depende, sobre todo, de tus hábitos diarios.
Te conviene un cargador doméstico si…
- Tienes garaje privado o plaza comunitaria con acceso eléctrico.
- Haces desplazamientos diarios previsibles.
- Quieres cargar el vehículo por la noche y ahorrar en la factura.
- Prefieres independencia y comodidad.
Es la opción ideal para la mayoría de usuarios que usan su coche de forma habitual en ciudad o trayectos interurbanos.
Te conviene un cargador público si…
- No tienes garaje propio donde instalar un punto de carga.
- Usas el vehículo para viajes largos de forma frecuente.
- Necesitas recargas rápidas por motivos profesionales.
- Quieres aprovechar infraestructuras ultrarrápidas para ganar tiempo.
Los cargadores públicos son perfectos como complemento o para usuarios sin posibilidad de instalar un punto propio.
La mejor opción: combinar ambos
Muchos conductores optan por instalar un cargador doméstico para el día a día y utilizan los cargadores públicos en viajes o momentos puntuales.
Esta combinación proporciona comodidad, ahorro y flexibilidad máxima.
Si necesitas asesoramiento para instalar un punto de carga en tu vivienda o negocio, o quieres saber qué ayudas están disponibles en 2025, en PIMAT Energy podemos ayudarte a evaluar la mejor solución según tu caso.
